Hoy, después de 6 días sin fumar he vuelto a caer. Me he fumado una colilla tirada por los labios más carnosos y sensuales que hayan probado mi sucia boca. Esa asquerosa colilla habitaba en la esquina del Despar que te arruina como el que más. Juro mamá, que no volveré a coger nunca más cosas del suelo, ahora soy adicta a la nicotina y a él. Viva el vicio.
Esta situación es horrorosa, es como estar metida en una canción de Pimpinela.
2 comentarios:
Fumar puede matar.
No me seas Mercedes Milá.
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